1. ¿Cuál es su valoración sobre la financiación prevista para la Comunitat Valenciana en los últimos presupuestos del Estado?
La Comunitat Valenciana es la segunda autonomía en incremento de financiación de fondos derivados del actual modelo, con 1.416 millones de euros previstos para el tercer trimestre. Es incoherente que el Gobierno de la Generalitat haya optado por una política de confrontación total a unos presupuestos que han permitido un aumento en la financiación que puede destinar a servicios públicos fundamentales.
Además, estos presupuestos son una mejora considerable en la financiación que se suma a los 1.000 millones de euros, resultado de la buena evolución de la recaudación tributaria en la Comunitat. En apenas dos años, sólo en financiación, se ha experimentado una mejora de 2.000 millones de euros. Pero el efecto no está sólo en los ingresos. El Estado ha asumido los gastos financieros a través del tipo cero y no le exige intereses a la Generalitat Valenciana, lo que ha supuesto un alivio importante en la deuda. Desde 2012 el Estado ha inyectado un total de 52.000 millones de euros en la Comunitat Valenciana.
2. ¿Considera que la Comunitat Valenciana ha sufrido históricamente una infrafinanciación?
Es un problema histórico, efectivamente. La Comunitat Valenciana es una de las primeras autonomías en recibir las competencias y el proceso de transferencia dura alrededor de quince años y finaliza en 2001 con Castilla-La Mancha.
Cuando en 2002 se aprueba el primer modelo de financiación, coincide con una explosión demográfica en la Comunitat Valenciana que pasa en poco tiempo de cuatro a cinco millones de habitantes. Los fondos del nuevo modelo resultan insuficientes para un incremento tan rápido del 25% de la población. En 2009, el resultado de la negociación entre el Gobierno y el tripartito catalán derivó en un nuevo modelo muy beneficioso para Cataluña pero especialmente perjudicial para otros territorios como la Comunitat Valenciana. Ahora, en un ciclo de crecimiento mayor que la media, la financiación ha mejorado pero eso no impide que el propio modelo de 2009 necesite una corrección.
3. Nos encontramos en pleno debate sobre el nuevo modelo de financiación. ¿Por dónde debería transcurrir la reforma?
Esta reforma era muy difícil hasta que no se ha producido una inflexión en la economía con la recuperación del crecimiento económico en el tercer trimestre de 2013 y hemos completado un ciclo electoral con las municipales y autonómicas de 2015 y las generales. Una vez formado Gobierno, una de las primeras decisiones ha sido la convocatoria de la Conferencia de presidentes, la creación del grupo de expertos y la negociación del propio modelo de financiación.
Si contamos con un espíritu constructivo y positivo de los grupos políticos durante la negociación, será posible poner encima de la mesa la asimetría entre las comunidades autónomas en conceptos como la deuda/PIB y buscar conjuntamente mecanismos de mejora.
4. ¿Qué valoración hace de la posibilidad de mutualizar la deuda del Fondo de Liquidez Autonómico que proponen voces como la del presidente de la Generalitat Valenciana?
Es necesario saber en manos de quien está la deuda y conocer también su coste financiero. Es cierto que la deuda se ha incrementado considerablemente en estos últimos años pero los gastos financieros han pasado de los 1.200 millones de euros en 2014 a 350 millones en 2016. Una reducción de la cuarta parte gracias al Gobierno de España que está costeando los intereses. No es lo mismo deber dinero a las entidades financieras privadas que al Estado, que ha pasado a cubrir los vencimientos de deuda no sólo de los bancos extranjeros sino también de los españoles, a partir del acuerdo tomado en 2014. Ahora mismo, cerca del 80% del coste de la deuda de la Comunitat Valenciana está en manos del Estado
5. ¿Cree que es necesario un gran acuerdo político y social en la Comunitat Valenciana en torno a esta cuestión? En su caso, ¿qué lo impide?
No se puede construir un relato político únicamente basado en la crítica al Gobierno central porque es un discurso negativo. Lo que tenemos que hacer es reivindicar de forma constructiva e inteligente. La decisión no es exclusiva ni unilateral por parte del Gobierno sino de todos. Por ello apelo a la responsabilidad, al espíritu positivo y a la inteligencia de todos los grupos políticos valencianos. Si coincidimos en que es necesario corregir el modelo de financiación, es necesario negociar y llegar a acuerdos. En lugar de optar por la reivindicación en actos y declaraciones públicas, donde hay que actuar realmente es en el Congreso de los Diputados