¿Qué le impulsó a ser economista?
Quise dedicarme a esta profesión desde siempre.
Veía de pequeña a mi padre en su despacho de la
empresa de transportes y quería ser como él. Y con
el paso de los años, me di cuenta que me gustaba el
mundo empresarial, y cuando tuve que elegir, lo tuve
muy claro, quería ser economista.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la economía en la sociedad actual?
Lo cierto es que son muchos y muy importantes los
retos que tenemos hoy en día. Tras esta pandemia, la
situación financiera y laboral se ha vuelto muy compleja. Hay sectores que se han visto reforzados, otros
muchos han tenido que reinventarse y otros, por desgracia, han tenido que cerrar sus puertas. Aparte de
ser economista, años después me gradué en derecho,
siempre pensé que ambas carreras estaban muy relacionadas, y justo al finalizar me especialicé en concursal. La situación que estamos viviendo me recuerda a
esos años donde muchas empresas y familias sufrieron las consecuencias de la crisis, sólo espero que esta
vez la recuperación sea más rápida.
En este sentido, creo que los economistas podemos ayudar mucho para mejorar esta situación, quizás
es una oportunidad más para que las empresas nos
vean como un valor añadido y no meramente una persona que lleva las cuentas. Pienso en la cantidad de
empresas que se hubieran salvado, si antes de tomar
decisiones financieras lo hubieran consultado con su
asesor, y espero que la situación no se repita como
entonces.
¿Tiene la sensación de que desde fuera tenemos
una percepción muy superficial de las funciones
del economista?
Me da la sensación de que cuando te duele algo,
acudes al médico especialista en esa materia, pero
que cuando tienes que tomar una decisión financiera, ya sea personal o empresarial, que puede hipotecar tu vida, muchas veces las personas se dejan aconsejar por sus amistades o familia, en vez de acudir a
un buen economista.
También creo que cada vez esta visión poco a
poco está cambiando. Y esto es gracias a las acciones
de formación que se realizan desde los colegios y a la
labor de los propios economistas que ponen en valor
sus conocimientos y valía frente a sus clientes. Aun así,
como antes hablabas de retos, uno de los más importantes es este, el de transmitir al cliente qué se puede hacer por él, demostrar que somos muy capaces
de abarcar otras áreas como el marketing y finanzas,
y que poseemos el conocimiento y las herramientas
necesarias para que el negocio siga adelante.
¿Considera que se está reactivando la economía
en los últimos meses?
Afortunadamente parece que estamos saliendo
de la pandemia, se percibe más alegría y que estamos volviendo poco a poco a la situación anterior. Me
preocupan los problemas, sobre todo, a nivel internacional, con el transporte marítimo y el gas, pienso
que pronto sentiremos la subida del IPC y, eso podría
ralentizar la recuperación de la economía.
¿Cuál es su relación con el COEV?
Formo parte del COEV prácticamente desde que
salí de la carrera. Uno de mis mejores amigos de la
facultad, cuyos padres tenían una asesoría relevante
en Valencia estaban muy relacionados con el Colegio,
y enseguida me convenció de la importancia de colegiarme desde el inicio.
Además, siempre que voy me siento como en casa,
todos los profesionales que trabajan allí son estupendos, y cuando he necesitado cualquier cosa me han
atendido con tanto cariño que solo puedo estar agradecida. La verdad es que animo a todo el mundo, no
sólo a colegiarse sino a vivir el Colegio, a participar en
sus actividades, ir al servicio de ofertas de trabajo, asistir
a conferencias, a encuentros de economistas, te sirve
para aprender y para conocer a personas muy interesantes que pueden apórtate mucho. Al final, creo que
la labor más importante que realiza el Colegio es que
te acompaña como profesional y te hace evolucionar.
También ejerce como profesora ¿Qué es lo que
más le satisface de esta parcela?
La verdad es que me encanta. Soy profesora asociada en la Universidad Politécnica de Valencia, y también he impartido clases en otras universidades, realizo diversas ponencias y charlas a lo largo del año. Lo
que más me gusta es poder trasladar tus conocimientos a los alumnos, presentarles el mundo empresarial y transmitirles los valores que a mí me enseñaron
como el esfuerzo, el emprendimiento, la innovación... y
por supuesto, también me gusta lo que puedo aprender de ellos, de mis alumnos, de sus vidas, de sus
preguntas. Ser profesora me ayuda a estar continuamente formada y para mí es un privilegio ver cómo
evolucionan en mis clases. Comienzan sin saber nada
del mundo empresarial y terminan presentando una
idea innovadora que resuelve retos reales de nuestra
sociedad, se hacen grandes con sus ideas y es maravilloso ver su pasión por todo lo que hacen. Además, les
animo a participar en premios de emprendimiento y
ver cómo, muchas veces, los ganan, demuestra el gran
futuro que tienen por delante.
Precisamente hablando del ámbito universitario
¿Considera que cada vez escoge más gente el camino de Economía?
Es cierto que la demanda ha aumentado en estos
últimos años y cada vez más universidades ofertan
este tipo de estudios e incluso los ofertan de forma
conjunta en dobles titulaciones. En concreto, el ejemplo más cercano que conozco es el de la Facultad de
ADE de la Universidad Politécnica de Valencia, donde
cursé mis estudios, que han apostado por dobles titulaciones como las de Informática o Telecomunicaciones con ADE. Al final, la sociedad se ha dado cuenta
de la importancia de los conocimientos de Economía
para el desarrollo en todas las áreas profesionales.
Siempre he pensado que una de las mayores ventajas de ser economista es que todas las empresas y
administraciones necesitan este perfil, bien en marketing, finanzas o incluso para el control de producción,
por lo que las posibilidades de encontrar trabajo son
mucho mayores.
La nombraron recientemente Alumni destacada
UPV 2021 ¿Considera que estos reconocimientos son
importantes?
Los reconocimientos siempre son importantes y te
impulsan a mejorar cada día. Entre todos los premios
que he recibido a lo largo de mi vida para mi este es
de los más emotivos e inesperados. Que el equipo
de la Facultad de ADE pensará en mi para esta nominación ya fue todo un honor, y que el Rector junto
al equipo decanal y la asociación Alumni, entre todas
las nominaciones de las facultades, seleccionarán mi
candidatura fue increíble. Me siento muy afortunada por haber recibido esta distinción y muy agradecida a
todas estas personas que pensaron en mí.
La Universidad Politécnica de Valencia me ha
acompañado toda mi vida, primero cuando estudié
mi carrera, luego me dieron la oportunidad de ser
profesora y finalmente, también pude desarrollar mi
empresa, MundoArti, en sus instalaciones. Sólo espero
poder devolverle una parte de todo su apoyo.
Hablemos de su especialidad ¿Cómo decides enfocarte al mundo artístico?
Mi madre es poeta y mi niñez la recuerdo rodeada
de artistas, pintores, escritores, fotógrafos... a quienes
admiraba profundamente. Además, veía como el arte
podía cambiar a las personas y me daba mucha pena
que muchas obras de arte se quedarán en las casas
sin que nadie pudiera admirarlas. Cuando decidí emprender, pensé, con mis conocimientos, dónde podría
ayudar más a la sociedad, y la respuesta surgió sola:
"ayudaría a la promoción de estos artistas."
Es una profesional con mucho empuje ¿Cómo fue
el proceso de fundar su propia empresa MundiArti?
Fue duro y apasionante. Duro porque dejaba tras
de mí una seguridad y reconocimiento en mi profesión y me adentraba en un terreno desconocido, y
apasionante, por ver un proyecto totalmente innovador crecer y evolucionar cada día. Recuerdo como
al inicio cometí, como emprendedora, los mismos
errores que yo misma aconsejaba no cometer cuando
estabas empezando, y ahí me di cuenta, aún más si
cabe, del gran papel que hacen muchos asesores para
montar una empresa.
Una vez tuve el plan de empresa, lo presentamos a
una convocatoria del Ministerio de Cultura y Deporte,
y tuvimos la gran suerte de que nos escogieran entre más de 600 proyectos por suponer una innovación
dentro del sector cultural. Desde entonces, muchos
han sido los apoyos y reconocimientos que hemos
recibido, tanto del mismo Ministerio de Cultura y Deporte, como del Ajuntament de València, del IVACE,
así como de la Comisión Europea en el programa
H2020 SME, y a los que damos las gracias por ello. Eso
sí, aquel primero fue uno de los que más nos ayudaron tanto económicamente como a validar nuestra
idea.
Fundó MundoArti, ¿a qué se dedica su empresa?
MundoArti se dedica a la promoción de artistas y
a gestionar concursos culturales donde se cambia el
paradigma del sector, logrando que se realicen más
de 2.000 concursos anuales, con una generación de
obras anual de más de 100.000 obras digitalizadas
de más de 50.000 artistas procedentes de los 5 continentes, siendo referentes en el sector con más de 40k
seguidores en redes y con una media de visitas a la
web de más de 1,5 millones.
Además de concursos digitales, en MundoArti los
artistas pueden exponer sus obras, antes de la pandemia la web actuaba como unión entre espacios
físicos (hoteles, restaurantes, salas de exposiciones) y
los artistas. Post-pandemia, MundoArti tuvo que reinventarse en esta línea generando el primer Museo Virtual de España donde cada mes, más de 164 artistas
pueden exponer su obra y ponerlas a la venta en un
entorno totalmente innovador y disruptivo.
Estamos muy contentos de que MundoArti se haya
convertido en un referente cultural en España y que
nuestros proyectos hayan destacado por su innovación a todos los niveles.
Hablando de la Pandemia ¿Cómo ha afectado al
sector y a la actividad que usted desarrolla?
El sector cultural ha sido uno de los más afectados.
Para los artistas, la pandemia paralizó su mundo, las
actividades culturales desaparecieron, fue una situación muy triste y de impotencia. Ahora, año y medio
después, está abriéndose tímidamente y esperemos
que la plena recuperación esté cerca.
En mi caso, intento ver la parte positiva. Por ejemplo, para nosotros, supuso una oportunidad, por un
lado, se incrementó la demanda de concursos digitales por parte de los ayuntamientos e instituciones, y
por otro, las exposiciones físicas desaparecieron, pero
como he comentado abrimos exposiciones virtuales
en entornos 3D totalmente innovadores, y nació nuestro Museo Virtual, donde se venden las obras de una
forma innovadora. Estamos contentos con la evolución y esperanzados en la recuperación.
Me gustaría acabar lanzando un mensaje para todos los economistas de ánimo en estos tiempos y dar
las gracias al COEV por esta entrevista.